miércoles, 28 de diciembre de 2016

FIN DE UNA ERA


Pues… esta entrada cierra el año y significa efectivamente el fin de una era: dejo la cartografía de forma… si no definitiva, casi. Era algo que quería hacer sobre todo por aprender, creo que lo he hecho y bien, he disfrutado, he sufrido, he pasado por todo frío, calor, agua, nieve, hielo, maleza, vacas, jabalies, corzos, más vacas, mosquitos, avispas… malos caminos… mi Ford Fiesta murió… me caí de un tormo… una roca casi me aplasta en otra ocasión, los relámpagos de mis amores con ese antojo que tienen las tormentas de inaugurar su descarga con un buen rayaco a 30 metritos… por otro lado quedan bien grabada en mi memoria los amaneceres en medio de la nada, las vistas de algunos de nuestros mejores paisajes, ver cambiar las estaciones, los buitres volando sobre mi… esas escenas bucólicas… todo con la paciencia que es esencial cartografiando…sea en el campo como delante de la pantalla… ahora creo que sería capaz de cartografiar cualquier cosa que se me ponga delante.

Los montes pues muchos y variados… desde el primero en el que entré temblando en la Hoz Somera, Beteta, Carrascosa, Cercedilla, La Golondrina, Navalmoral, Monteagudillo, la Ciudad Encantada, los Callejones de Las Majadas, Cañizares, Navalmoral… mucho Sistema Central e Ibérico sobre todo…He visto muchos tipos de relieve, vegetación, roca… creo que he almacenado una experiencia cartográfica interesante que algún día me gustaría transmitir en algún clinic… y es que después de todo este tiempo pienso que es muy bueno que vaya habiendo muchos cartógrafos locales, que hagan mapas cerca de casa, en terrenos que conozcan bien... más que el típico cartógrafo profesional que se pasa la vida viajando.

Así que dejo atrás más de 40 kilómetros cuadrados cartografiados… no creo que haga muchos más. Lo mismo, eso sí, que aseguro que no quiero hacer más mapas, sí digo que revisaré de cuando en cuando los míos y quizá en alguno haga alguna pequeña ampliación. Digamos que es una extensión de terreno cartografiado para orientación de la que me hago responsable, mi porción de terruño celtibérico, y querré tenerla más o menos actualizada. Querré… porque ahora sí voy a hacer una pausa de dos años inapelable, termino de hecho estos días, con una revisión de detalles que le prometí a Maximus hace ya un año y por tanto voy a cumplirla despidiéndome de la cartografía… en el terreno más difícil que me he encontrado en estos años... el querido enebral en berrocal de Navalmoral… único, un exclusivismo ibérico al 100%, experimento de representación, las antípodas para la simbología nórdica de la IOF...  máximo rompecocos, mínima visibilidad. Por allí me encontré con el límite de la cartografía.